«Putin se está obstinando en una estrategia fallida. Está intentando intimidar a Ucrania y a todos los países que la apoyan.»

Hace siete meses, me desayuné en Bruselas con la noticia de que Rusia había iniciado su brutal invasión de Ucrania. Esta mañana me he desayunado en Nueva York con la noticia de los anuncios del presidente Putin:

• la decisión de celebrar referendos farsa para anexionar a Rusia territorio ucraniano ocupado;
• la decisión de iniciar la movilización de 300 000 reservistas rusos; y
• una declaración no demasiado velada sobre el uso de «todos los medios necesarios» para defender a Rusia, que básicamente equivale a la amenaza de utilizar armas nucleares.

Todo esto constituye otra escalada bélica importante.

Putin se está obstinando en una estrategia fallida. Está intentando intimidar a Ucrania y a todos los países que la apoyan. Pero unos referendos falsos no cambiarán el estatuto jurídico del territorio ucraniano. La movilización de reservistas no implicará que de algún modo vaya a disponerse de militares descansados, formados y motivados. El chantaje nuclear es inaceptable y no hará sino aumentar el aislamiento diplomático de Rusia. La amenaza de utilizar armas nucleares debe alertar a la comunidad internacional y, en particular, a todos los Estados que, por un motivo u otro, miran desde la distancia esta guerra que, en su opinión, no les afecta.

Esta decisión de intensificar los ataques es una señal de miedo. Ya estamos empezando a ver las reacciones dentro de Rusia, de donde personas valientes están intentando salir mientras pueden.

Lo más importante es no dejarse intimidar. Tenemos que permanecer unidos como UE y seguir apoyando a Ucrania y a los países que la apoyan. Putin está intentando destruir Ucrania y debemos asegurarnos de que Ucrania triunfe.

Nos encontramos en un momento de grave peligro. Por eso voy a convocar una reunión informal de los ministros de Asuntos Exteriores de la UE, que se encuentran todos en Nueva York. Debatiremos los últimos acontecimientos, reiteraremos nuestro apoyo a Ucrania y acordaremos cómo podemos aprovechar mejor la presencia de tantos dirigentes mundiales en Nueva York. Sin duda, las Naciones Unidas tendrán que desempeñar su papel. Mañana hablaré en el Consejo de Seguridad en nombre de la Unión Europea.