«Jordania desempeña un papel moderador crucial en una región crítica, en un período marcado por las crecientes tensiones ocasionadas por la guerra de Rusia contra Ucrania. Nos complace reforzar nuestros lazos con un socio tan esencial durante nuestro 14.º Consejo de Asociación».

Jordania fue uno de los primeros países que visité en calidad de AR/VP en febrero de 2020, justo antes de la pandemia. Volví dos años después en un mundo que había cambiado profundamente. Jordania cuenta con una población relativamente pequeña, 10,8 millones de habitantes, y no goza de una abundancia de recursos naturales, al contrario que muchos de sus vecinos. Sin embargo, desempeña un papel crucial de estabilización y moderación en una región afectada por múltiples conflictos y tensiones. Esta es una de las principales razones por las que nuestra asociación con Jordania es tan importante.

Una relación especial de larga duración

Durante mi estancia, se celebró el 14.º Consejo de Asociación entre la UE y Jordania. Estuve acompañado por mi colega, el comisario Várhelyi, y por los ministros de Asuntos Exteriores de Irlanda, Luxemburgo, Chipre y Grecia. Los Consejos de Asociación reúnen a representantes de la Unión, de los 27 Estados miembros y del país socio para debatir la forma de profundizar en nuestras asociaciones. Por regla general, esos Consejos tienen lugar en Bruselas o en Luxemburgo. Esta vez, en Jordania, fue la primera ocasión en que nos reunimos en el país socio. Mi colega Ayman al Safadi, viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores y Expatriados, que copresidió conmigo el Consejo de Asociación, hizo todo lo que estaba en su mano para que Jordania diera una gran visibilidad a nuestra reunión, en particular al contar con la presencia de Su Majestad el Rey Abdalá II, que pronunció unas palabras al final de nuestras conversaciones. Jordania es también el primer país de la vecindad meridional con el que hemos acordado nuevas prioridades de asociación para este mandato, un acuerdo que firmamos públicamente durante la reunión. Estas dos circunstancias son una señal de la calidad y de la importancia de nuestra larga relación.

La guerra de Putin contra Ucrania ha desencadenado una crisis alimentaria mundial, con el saqueo y la destrucción de silos de cereales, el bombardeo de cultivos y el bloqueo de los puertos ucranianos.

La reunión tuvo lugar en el contexto de la guerra que Rusia ha emprendido contra Ucrania. Esta guerra está creando olas de choque a nivel mundial, especialmente al provocar un fuerte aumento de los precios de la energía y de los productos alimenticios. Putin está desmantelando el orden internacional basado en normas, intentando sustituir el Estado de Derecho por la ley del más fuerte. También está desencadenando una crisis alimentaria mundial: sus tropas saquean y destruyen silos ucranianos de cereales, bombardean cultivos y bloquean los puertos ucranianos. Antes de la guerra, Ucrania exportaba hasta 5 millones de toneladas de cereales al mes. En mayo, solo exportó 600 000 toneladas, diez veces menos. Estamos ante una guerra de cereales, que utiliza el hambre como arma contra los más vulnerables, no solo en Ucrania, sino también en Oriente Próximo, África y Asia. 

Posición inequívoca de Jordania en la Asamblea General de las Naciones Unidas

Durante nuestras conversaciones bilaterales, hablamos de esta cuestión con el rey Abdalá II y el ministro de Asuntos Exteriores Safadi. Acogimos con satisfacción la posición inequívoca de Jordania sobre la guerra de Putin en la Asamblea General de las Naciones Unidas y garantizamos a Jordania nuestro apoyo continuo para hacer frente a las consecuencias de esta guerra. También estamos colaborando intensamente con las Naciones Unidas para desbloquear la ruta del mar Negro y construir rutas alternativas para transportar el trigo fuera de Ucrania.

Jordania también se ve gravemente afectada por los conflictos de la región. Desde hace más de diez años acoge a unos 700 000 refugiados sirios registrados por el ACNUR, pero en realidad probablemente ese número sea el doble si contamos los refugiados no registrados. Y esto en un país de 10,8 millones de habitantes. Jordania es uno de los países de la región que más esfuerzos ha hecho por acoger a los refugiados con dignidad. La UE seguirá apoyando activamente a Jordania y a otros países en la acogida y prestación de servicios básicos a los refugiados sirios, como se demostró durante la sexta Conferencia de Bruselas sobre el futuro de Siria y de la región, organizada en mayo, en la que se recaudaron 6 400 millones de euros para este fin. Junto con las autoridades jordanas, seguiremos también presionando al régimen de Assad para que inicie un proceso político que tenga por objeto resolver la crisis siria y cree las condiciones para que los refugiados puedan regresar a su país.

Junto con las autoridades jordanas, seguiremos presionando al régimen de Assad para que inicie un proceso político en la crisis siria que cree las condiciones para que los refugiados puedan regresar a su país.

Las crecientes tensiones en Israel y el prolongado estancamiento del proceso de paz en Oriente Próximo son también una importante fuente de preocupación tanto para nosotros como para Jordania, que acoge a más de dos millones de refugiados palestinos desde 1967. A este respecto, apoyamos activamente y seguiremos apoyando al OOPS, el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente, que gestiona estos campos de refugiados. Durante la misión a Jordania, mi equipo visitó en Baqa’a, en los suburbios de Ammán, el campamento más antiguo gestionado por el OOPS, que alberga a 120 000 refugiados palestinos. Pudieron ver de primera mano el alcance del trabajo del OOPS en el ámbito de la salud, la educación y los servicios sociales a favor de una población que se encuentra a menudo en condiciones muy precarias.

Jordania también ha desempeñado un papel crucial desde 1967 en la gestión de la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén. Las autoridades jordanas, al igual que nosotros, están preocupadas por los intentos de cuestionar el statu quo que hemos presenciado durante las últimas semanas. Juntos pretendemos defender las normas en vigor y el papel central que atribuyen estas a la custodia hachemita de los lugares sagrados. También queremos coordinar nuestros esfuerzos para reactivar el proceso de paz en Oriente Próximo y promover la solución basada en la coexistencia de dos Estados. Somos plenamente conscientes de la dificultad de la tarea en el contexto actual, pero compartimos con las autoridades jordanas la convicción de que la solución de dos Estados, respaldada por las resoluciones de las Naciones Unidas, sigue siendo la única manera viable de resolver este conflicto. 

Compartimos con las autoridades jordanas la convicción de que la solución de dos Estados, respaldada por las resoluciones de las Naciones Unidas, sigue siendo la única manera viable de resolver el conflicto entre Israel y Palestina.

También tenemos la intención de reforzar nuestra cooperación para ayudar a Jordania a llevar a cabo con éxito su transición ecológica y digital. Se trata de un reto difícil en un país que ya está sufriendo las consecuencias del cambio climático y cuya población se ha duplicado desde el año 2000. En este contexto, el problema del agua es grave: Jordania es uno de los países del mundo más afectados por la escasez de agua. Por esa razón apoyamos la construcción de una planta desalinizadora en el mar Rojo y de una tubería para transportar agua dulce de Áqaba a Amán.

Apoyo a las medidas de reforestación y de refuerzo del sector agrícola de Jordania

Apoyamos también los esfuerzos realizados por Jordania para la reforestación y el refuerzo de su agricultura. Mi equipo visitó un proyecto dirigido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación y el Ministerio de Agricultura jordano, con el apoyo de la Unión Europea, en la región de Al Karak. Su objetivo es ayudar a las familias jordanas vulnerables y a los refugiados sirios a desarrollar actividades agrícolas en sus comunidades con el fin de aumentar la resiliencia y la autosuficiencia alimentaria del país. Nuestros proyectos conjuntos también tienen que ver con la implantación de energías renovables y el desarrollo digital.

Por último, también intercambiamos información sobre los principios democráticos, las libertades fundamentales y los derechos humanos, ya que tenemos la intención de que sean una piedra angular de nuestra asociación con Jordania. Durante nuestras conversaciones, expresé nuestro firme apoyo al ambicioso programa de reformas, especialmente en lo que se refiere a la modernización del sistema político, que Su Majestad el rey Abdalá II destacó en su discurso en el Día de la Independencia de Jordania, el pasado mes de mayo.

En resumen, en una región que está en el centro de las tensiones mundiales actuales y en la que no solo tenemos amigos, nos complace reforzar nuestros lazos con un socio tan esencial como Jordania.