#FieldVision: En Kosovo, curar las cicatrices de la guerra es una labor diaria

14.02.2022

«Descubrir cuál ha sido el destino de las personas desaparecidas es una labor compleja, difícil y a menudo muy delicada, pero la Misión tiene un compromiso de respaldo al derecho fundamental que los familiares tienen de saber qué ha ocurrido con sus seres queridos», explica Lars-Gunnar Wigemark sobre su experiencia como jefe de la Misión de la Unión Europea por el Estado de Derecho en Kosovo (EULEX).

 

¿Quiere saber cómo es trabajar en una misión militar o civil de la UE? Field Vision aporta un enfoque novedoso y personal acerca de las misiones y operaciones civiles y militares de la UE, compartiendo experiencias de primera mano de todo el mundo y mostrando la forma en que los hombres y mujeres europeos contribuyen a la seguridad, la paz y la estabilidad mundiales. Le traeremos nuevas historias en las próximas semanas.

 

«Con el fin de seguir siendo un socio fiable y honesto para sus homólogos de Kosovo encargados del Estado de Derecho, la Misión de la Unión Europea por el Estado de Derecho en Kosovo, más conocida como EULEX, ha llevado a cabo una transformación en los últimos tres años. Se trata de una misión civil multidisciplinar de la PESC que asume múltiples responsabilidades fascinantes y únicas, entre ellas la labor de apoyo en la búsqueda de personas desaparecidas durante la guerra de 1998-1999 en Kosovo.

Cuando me uní a la Misión en enero de 2020, no comprendía totalmente la dimensión de su trabajo y sus repercusiones en la vida cotidiana de la gente. Un ejemplo concreto del valor añadido que aporta el mandato de la Misión me quedó claro a mediados de noviembre de 2020, cuando supe que, tras años de duro trabajo y gracias al uso de imágenes aéreas, nuestros expertos, junto con sus homólogos del Instituto Kosovar de Medicina Forense, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Comisión del Gobierno Serbio para las Personas Desaparecidas, hallaron restos humanos en Kizevak, una gran cantera en el sur de Serbia.

Man reviewing maps on paper and computer

Veintiún años después de la guerra de Kosovo, las familias de esos desaparecidos podrían al fin conocer la verdad sobre el destino de sus seres queridos. Veintiún años es mucho tiempo, demasiado tiempo para los padres, las parejas o los parientes que tienen que hacer frente a la incertidumbre. Por desgracia, esto no es inusual en los Balcanes Occidentales. En Bosnia y Herzegovina, donde estuve destinado anteriormente como representante especial de la UE y jefe de su Delegación, las familias de alrededor de 6 500 personas aún esperan respuestas, al igual que en Kosovo, donde hay más de 1 600 personas desaparecidas. Buscar a los desaparecidos tras un conflicto armado es un proceso doloroso, complicado y prolongado.

La cuestión de los desaparecidos es una de las herencias más devastadoras de las guerras en la antigua Yugoslavia. Durante los múltiples conflictos que se produjeron en la región, fue frecuente que se escondieran cuerpos deliberadamente, a fin de ocultar pruebas y de mantener la impunidad de los culpables. Para tratar de explicarme lo difícil que resulta encontrar a personas desaparecidas que, en ocasiones, fueron enterradas en cementerios ordinarios para ocultar los crímenes de guerra, mi colega Javier me puso un ejemplo: «Si quiero esconder un libro y asegurarme de que sea muy difícil encontrarlo, lo único que tengo que hacer es entrar en una biblioteca, ponerlo en cualquier estantería y marcharme. Para encontrar ese libro en concreto, hay que buscar estantería por estantería, comprobándolo todo, y eso lleva muchísimo tiempo. Igual de difícil es, a veces, encontrar a una persona desaparecida que está enterrada en un cementerio».

Me enorgullece que, pese a las muchas dificultades, los expertos de nuestra Misión hayan llevado a cabo unas 680 operaciones sobre el terreno para localizar a personas desaparecidas, lo que hasta el momento ha dado como resultado la identificación de 332 personas. Nuestros expertos forenses son muy activos aquí en Kosovo, y pese a la pandemia que aún persiste, nuestro personal ha seguido integrado en el Instituto Kosovar de Medicina Forense, trabajando codo con codo con sus homólogos locales y compartiendo con ellos sus conocimientos. Esos conocimientos y experiencia solo pueden adquirirse mediante trabajo duro, dedicación y una cooperación estrecha en cada fase del proceso.

Close-up of gloved hands writing on a folder, in the background bones of a corpse

Con todo, desde la UE debemos seguir exigiendo nuevos avances en la cuestión de las personas desaparecidas. Se trata de un derecho humano fundamental. Las familias tienen derecho a saber qué ha sucedido, y las autoridades competentes de cualquier lugar tienen la obligación internacional y legal de hacer todo lo que esté en su mano. Las diferencias políticas y los juegos de culpabilidad deben dejarse de lado con objeto de descubrir el destino de todas las personas desaparecidas, independientemente de su origen, su etnia o su religión. Para seguir progresando y descubrir el destino de los desaparecidos, todas las partes han de tener voluntad de compartir información, avanzar y resolver todos los casos pendientes, pese a las bien conocidas dificultades y diferencias.

En su condición de misión civil de la PESC, EULEX está aquí para prestar ayuda y apoyo. Sin embargo, la justicia transicional es un proceso que solamente puede tener éxito si todas las partes lo asumen como responsabilidad común. Exige compromiso y voluntad de cooperar y compartir toda la información disponible. Las familias de los desaparecidos tienen derecho a recibir las respuestas que merecen.

Two people dressed in overalls and sanitary masks

Creo que hablo en nombre de todos los miembros del personal de la Misión cuando digo que nuestro equipo forense integrado en el Instituto Kosovar de Medicina Forense no es simplemente una unidad de EULEX. Su trabajo no solo es importante para la propia Misión, sino sobre todo para las personas cuyas vidas cambiaron para siempre después de perder a un ser querido. No saber lo que les ha sucedido a tus hijos, a tu pareja, a tus padres o a tus familiares es insoportable, y nuestra labor se centra en conseguir respuestas.

Las familias y los amigos de las personas desaparecidas durante la guerra de Kosovo o en cualquier otro lugar de la antigua Yugoslavia no merecen menos».

Lars-Gunnar WigemarkJefe de la Misión de la Unión Europea por el Estado de Derecho en Kosovo (EULEX)

 

El Mandato de EULEX en pocas palabras

La Misión de la Unión Europea por el Estado de Derecho en Kosovo (EULEX) trabaja codo con codo con las instituciones encargadas del Estado de Derecho en Kosovo en pro de un objetivo común: reforzar la capacidad de Kosovo de cumplir sus obligaciones en materia de derechos humanos haciendo que el sistema judicial kosovar sea más accesible y justo para todos y aumentando la confianza pública en esas instituciones.

EULEX se puso en marcha en 2008 como la mayor misión civil perteneciente a la política común de seguridad y defensa de la Unión Europea. EULEX apoya a las instituciones encargadas del Estado de Derecho en Kosovo en su camino hacia una mayor eficacia, sostenibilidad, multietnicidad y responsabilidad, sin interferencias políticas y cumpliendo plenamente las normas internacionales en materia de derechos humanos y las mejores prácticas europeas. La Misión responde a un mandato amplio que engloba numerosas funciones, como las de supervisar los sistemas judicial y penitenciario, facilitar la aplicación de los acuerdos vigentes en el marco del Diálogo Belgrado-Pristina facilitado por la UE, actuar como segunda instancia de seguridad en Kosovo detrás de la Policía de Kosovo y por delante de la KFOR de la OTAN, gestionar un programa que aún queda de protección de testigos, facilitar la cooperación policial internacional entre Kosovo e INTERPOL, EUROPOL y Serbia, y asistir a las Salas Especializadas y la Fiscalía Especial de Kosovo mediante apoyo logístico y operativo. Con arreglo a su mandato actual, la Misión continuará trabajando codo con codo con las instituciones encargadas del Estado de Derecho en Kosovo en pro de un objetivo común: hacer el sistema judicial de Kosovo accesible a todos y fiable para la población.

Lars-Gunnar Wigemark asumió su cargo en enero de 2020.