Discurso sobre el estado de la Unión — Construyendo el mundo en el que queremos vivir: una Unión de vitalidad en un mundo de fragilidad

16.09.2020

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, trazó hoy, en su primer discurso anual sobre el estado de la Unión, una vía para que la Unión Europea supere la fragilidad que la crisis del coronavirus ha dejado al descubierto y construya una unión de vitalidad.

El debate sobre el estado de la Unión Europea de 2020 tuvo lugar en un momento de incertidumbre, en el que la pandemia de coronavirus sigue afectando a todos los aspectos de las economías y sociedades europeas y mundiales. La pandemia ha puesto de manifiesto simultáneamente tanto la fragilidad del sistema mundial como la importancia de la cooperación para hacer frente a los retos colectivos: «Al tratarse de una crisis mundial, debemos extraer lecciones globales».

Ursula Von der Leyen subrayó que Europa tiene una oportunidad única en su historia para hacer que las cosas cambien de acuerdo a su voluntad con NextGenerationEU y que Europa «tiene la visión, el plan y la inversión» que necesita para hacerlo. Para que Europa sea ecológica, digital y más resiliente, la Comisión Europea se centrará en: (véanse aquí las principales iniciativas con más detalle)

  • proteger las vidas y los medios de subsistencia en Europa, la salud de nuestros ciudadanos y la estabilidad de nuestra economía;
  • reforzar los pilares del Pacto Verde Europeo y elevar nuestras ambiciones —Ursula Von der Leyen anunció durante su intervención que la Comisión propone un aumento de la reducción de las emisiones hasta el 55 %;
  • liderar la transformación digital, en particular en materia de datos, tecnología e infraestructuras;
  • aprovechar al máximo nuestro mercado único;
  • seguir movilizando una respuesta mundial mientras el mundo espera una vacuna accesible, asequible y segura contra la COVID-19;
  • adoptar un nuevo enfoque de la migración, permanecer alerta sobre el Estado de Derecho y construir una unión que no deje ningún espacio al racismo y la discriminación;
  • responder con mayor firmeza a los acontecimientos internacionales y profundizar nuestras relaciones con los vecinos más cercanos y los socios mundiales de la UE.

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En cuanto a las tareas de la Unión a escala mundial y como actor mundial, la presidenta Von der Leyen hizo un llamamiento a la revitalización y reforma del sistema multilateral, incluidas las Naciones Unidas, la OMC y la OMS. «Con unas Naciones Unidas fuertes podemos encontrar soluciones a largo plazo para crisis como las de Libia o Siria. Con una Organización Mundial de la Salud fuerte podemos prepararnos y responder mejor ante pandemias mundiales o brotes locales, ya sean de coronavirus o de ébola. Y con una Organización Mundial del Comercio fuerte podemos garantizar una competencia leal para todos. Pero lo cierto es que la necesidad de revitalizar y reformar el sistema multilateral nunca ha sido tan urgente. Nuestro sistema mundial se ha ido paralizando poco a poco. Las principales potencias están abandonando las instituciones o secuestrándolas en beneficio de sus propios intereses. Ninguna de estas vías nos llevará a ninguna parte. Sí, queremos cambiar. Pero cambiar construyendo, no destruyendo el sistema internacional. Y por eso quiero que la UE lidere las reformas de la OMC y de la OMS, para que estén a la altura de las necesidades del mundo actual. Pero sabemos que las reformas multilaterales llevan su tiempo, y entretanto el mundo no va a detenerse. Sin duda, es muy necesario que Europa adopte posiciones claras y tome medidas rápidas en los asuntos mundiales.»

La presidenta Von der Leyen se comprometió a utilizar la «fuerza diplomática y la influencia económica de Europa para negociar unos acuerdos que marquen la diferencia» en cuestiones éticas, de derechos humanos y medioambientales, y a que Europa siempre «sea una defensora mundial de la equidad».

Ursula Von der Leyen también abordó diversas cuestiones internacionales de actualidad y subrayó que Europa debe profundizar y perfeccionar sus asociaciones con sus amigos y aliados, desde revitalizar y alimentar la alianza transatlántica hasta reforzar las asociaciones con los vecinos más cercanos de la UE.

La presidenta recordó a sus oyentes que la decisión de iniciar las negociaciones de adhesión con Albania y Macedonia del Norte es verdaderamente histórica y que el futuro de los Balcanes Occidentales en su totalidad está en la UE. Ursula Von der Leyen también aseguró que «vamos a trabajar con los países de la Asociación Oriental y con nuestros socios de la vecindad meridional para ayudar a crear empleo y dinamizar sus economías».

En cuanto a África, Ursula Von der Leyen afirmó que la asociación UE-África es una asociación entre iguales, en la que ambas partes comparten oportunidades y responsabilidades. «África será un socio fundamental en la construcción del mundo en el que queremos vivir, ya sea en materia climática, digital o comercial», afirmó.

Por lo que respecta a Turquía, declaró que el país es y será siempre un vecino importante. Señaló que «aunque estamos cerca geográficamente, la distancia entre nosotros parece ir en aumento. Es verdad que la vecindad de Turquía es turbulenta. Y también lo es que acoge a millones de refugiados, para lo cual la apoyamos con una financiación considerable. Pero nada justifica los intentos de intimidar a sus vecinos».

«La relación entre la Unión Europea y China es al mismo tiempo una de las más importantes desde el punto de vista estratégico y una de las que plantea más desafíos», explicó la presidenta en lo relativo a las relaciones entre la UE y China. «Desde el principio he dicho que China es un socio negociador, un competidor económico y un rival sistémico. Tenemos intereses comunes en cuestiones como el cambio climático, y China ha mostrado su disposición a entablar un diálogo de alto nivel. Pero esperamos que China esté a la altura de sus compromisos en el marco del Acuerdo de París y predique con el ejemplo».

En cuanto a la situación en Bielorrusia, subrayó que la Unión Europea está del lado de la población de Bielorrusia: «A todos nos ha conmovido la inmensa valentía de quienes se han congregado pacíficamente en la Plaza de la Independencia o han participado en la marcha de las mujeres sin miedo. Las elecciones que han empujado a estas personas a salir a la calle no fueron ni libres ni justas. Y la brutal respuesta del Gobierno desde entonces ha sido vergonzosa. El pueblo bielorruso debe tener libertad para decidir su propio futuro.»

La presidenta también se comprometió a que la Comisión Europea presentara una «ley Magnitsky» europea e instó a los Estados miembros a adoptar la votación por mayoría cualificada para las relaciones exteriores, «al menos en lo relativo a los derechos humanos y a la aplicación de sanciones».

En cuanto al planteamiento global de Europa en los asuntos internacionales, la presidenta Von der Leyen pidió que Europa «sea una defensora mundial de la equidad» y subrayó que «si Europa quiere desempeñar este papel vital en el mundo, también debe crear una nueva vitalidad interior».


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