Día Internacional de la Conmemoración del Holocausto: Declaración del Alto Representante/Vicepresidente Josep Borrell
La Declaración Universal de los Derechos Humanos nació de las cenizas del Holocausto: otorgar a cada ser humano un conjunto de derechos y libertades universalmente protegidos por todos los Estados. Asegurar que los actos bárbaros cometidos durante el Holocausto, que manchan la conciencia de la humanidad para siempre, no vuelvan a ocurrir.
Y, sin embargo, durante el año pasado algunos de los últimos sobrevivientes del Holocausto han sido asesinados en la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, junto con las muchas víctimas de múltiples crímenes de guerra, a las puertas de la Unión Europea.
El sobreviviente de Auschwitz Primo Levi escribió: «No podemos entender el fascismo, pero podemos y debemos entender de dónde brota, y debemos estar en guardia... porque lo que sucedió puede suceder de nuevo... Por esta razón, es deber de todos reflexionar sobre lo que sucedió. »
La única manera de prevenir futuras atrocidades es asegurar que las atrocidades pasadas y sus víctimas nunca sean olvidadas.
Todas las formas de negación, distorsión o trivialización del Holocausto, que también abarcan la instrumentalización del Holocausto como propaganda de guerra, son contrarias al Derecho de la UE y a los valores universales. La educación sigue siendo nuestra herramienta clave para prevenirla.
En consonancia con la Estrategia de la UE sobre la lucha contra el antisemitismo y el fomento de la vida judía, la UE seguirá trabajando dentro y fuera de Europa para luchar contra la negación y el antisemitismo del Holocausto; así como promover la libertad de religión y de creencias para todos.
La Unión Europea pide y alienta a los países de todo el mundo a tomar medidas firmes para desarrollar planes de estudios educativos sobre el Holocausto.
Como el mundo conmemora el 75.º aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos y de la Convención sobre el Genocidio, debemos redoblar nuestros esfuerzos colectivos para promover y proteger los derechos humanos para todos.
En 2023, más que nunca, hay dos palabras que deberían resonar en nuestras mentes: nunca más.