9.8.2022: Apoyamos a Bielorrusia

Blog del AR/VP: Dos años después del fraude en las elecciones presidenciales y la subsiguiente y brutal represión contra los opositores, quiero garantizar a la población de Bielorrusia que nunca dejaremos de denunciar la opresión en este país. Seguiremos apoyando al pueblo de Bielorrusia todo el tiempo que sea necesario hasta lograr un futuro común en una Europa segura, soberana, democrática y próspera.

«Seguiremos apoyando al pueblo de Bielorrusia todo el tiempo que sea necesario hasta lograr un futuro común en una Europa segura, soberana, democrática y próspera».

 

Hace dos años, millones de bielorrusos hicieron largas colas para votar al presidente del país porque querían un cambio, querían que Bielorrusia se convirtiera en un país moderno y democrático. Sin embargo, se hizo caso omiso de su voluntad y se amañaron las elecciones, así que los bielorrusos salieron a la calle para protestar. El régimen de Minsk respondió con total impunidad y brutalidad. Prácticamente ha aniquilado la sociedad civil, ha ilegalizado los medios de comunicación y ha perseguido a miles de personas por protestar pacíficamente. Las amplias campañas de desinformación y difamación siguen acompañando la brutalidad del régimen de Aleksandr Lukashenko contra sus propios ciudadanos.

El régimen de Lukashenko, cómplice de la agresión de Rusia contra Ucrania

El pasado febrero, cuando Rusia inició su agresión militar contra Ucrania, el régimen de Lukashenko se convirtió en cómplice de esta agresión al permitir que el territorio bielorruso se convirtiera en una plataforma de lanzamiento para los misiles rusos y conceder un pleno apoyo político y logístico a Moscú. Ahora, el régimen intimida y persigue a miles de bielorrusos por su oposición a la guerra.

En la actualidad hay casi 1 300 presos políticos, entre los que se encuentran 29 trabajadores de los medios de comunicación, aunque en realidad hay muchas más personas detenidas por motivos políticos. El régimen ha tachado de «terroristas» a muchos activistas prodemocracia, los ha atacado mediante la desinformación y la intimidación y los ha amenazado con la pena de muerte. Además, ha intensificado la persecución de la comunidad polaca. En cambio, a ninguno de los autores de actos de violencia contra la población civil se le han exigido responsabilidades. Se han liquidado más de 850 organizaciones de la sociedad civil. Ya no se permite la existencia de sindicatos independientes. Cientos de periodistas han abandonado el país para trabajar en el exilio y desafían al régimen mientras siguen proporcionando información de calidad al público de Bielorrusia. Cada día llegan denuncias de detenciones ilegales, abusos y trato inhumano durante la detención.

 

«Aquellos que usan la fuerza bruta sin respeto por los derechos y libertades fundamentales deben rendir cuentas. Estamos trabajando para obtener pruebas de las violaciones de los derechos humanos por parte del régimen de Lukashenko».

 

Aquellos que usan la fuerza bruta sin respeto por las personas y sus derechos y libertades fundamentales deben rendir cuentas. Estamos trabajando con socios internacionales, organizaciones no gubernamentales y defensores de los derechos humanos para obtener y conservar las pruebas de las violaciones de los derechos humanos cometidas por el régimen de Lukashenko. La UE, junto con socios afines, ha impuesto 6 paquetes de sanciones contra 195 personas y 34 entidades responsables de acciones brutalmente represivas e ilegítimas contra el pueblo de Bielorrusia.

Las medidas restrictivas también van destinadas a los implicados en la instrumentalización de los migrantes, los que respaldan económicamente a Lukashenko, los responsables del aterrizaje forzoso de un vuelo de Ryanair en mayo de 2021 y los cómplices de la agresión militar a gran escala de Rusia contra Ucrania. Además, hemos impuesto sanciones económicas selectivas contra el régimen de Bielorrusia que incluyen el comercio de determinados bienes y el acceso a los mercados de capitales. La UE sigue dispuesta a considerar más sanciones si la situación en Bielorrusia se sigue deteriorando.

 

«Las sanciones se levantarán cuando las autoridades bielorrusas pongan término a la represión, liberen a los presos políticos, inicien un diálogo nacional inclusivo y dejen de ser cómplices en la guerra de Rusia contra Ucrania».

 

Al mismo tiempo, hemos hecho patente que las sanciones son reversibles y se levantarán cuando las autoridades bielorrusas pongan término a la represión, liberen y rehabiliten a todos los presos políticos, inicien un diálogo nacional sincero e inclusivo y dejen de ser cómplices en la guerra de Rusia contra Ucrania. Estamos dispuestos a activar, una vez se haya producido la transición democrática en Bielorrusia, un plan global de apoyo económico por valor de 3 000 millones de euros. Esto demuestra claramente nuestra adhesión a largo plazo a la paz, las aspiraciones democráticas y la prosperidad del pueblo bielorruso.

Durante los últimos dos años, me he reunido con numerosos bielorrusos y, en particular, con Sviatlana Tsikhanouskaya y su equipo, en diferentes ocasiones. Admiro profundamente su perseverancia, su valor, su adhesión a la defensa de la dignidad y el respeto de los derechos fundamentales y su visión de una Bielorrusia libre y soberana, parte de la familia europea más amplia de naciones. Desde agosto de 2020, la UE ha comprometido unos 65 millones de euros en apoyo de la población bielorrusa: víctimas de la represión, sociedad civil, medios de comunicación independientes, mujeres, jóvenes y estudiantes, pequeñas empresas, y los sectores de la sanidad y la cultura.

 

«Admiro profundamente la perseverancia del pueblo bielorruso, su valor, su adhesión a la defensa de la dignidad y el respeto de los derechos fundamentales y su visión de una Bielorrusia libre y soberana, parte de la familia europea más amplia de naciones».

 

En este segundo aniversario del 9 de agosto de 2020, pienso en los presos políticos, a los que se les han arrebatado años de vida, y en sus familias, que solo pueden tener contacto con sus seres queridos a través de unas pocas cartas censuradas en prisión; en los reclusos con enfermedades graves, que puede que no lleguen a ver su liberación; y en el capital humano inestimable que Bielorrusia pierde debido a la persecución y emigración forzosa, que impide a tanta gente servir a sus conciudadanos y a su tierra.

La soberanía y la democracia están indisolublemente vinculadas

En este punto de inflexión en la historia europea, cuando Rusia ha hecho que vuelva la guerra a Europa, más que nunca nos damos cuenta de que la soberanía y la democracia están indisolublemente vinculadas: solo la población de un país puede velar por su soberanía, y esta soberanía solo puede tener como cimiento legitimador el libre albedrío de su población. Un tirano que vulnera el Estado de Derecho y los derechos y libertades fundamentales también es capaz de abandonar la soberanía de su país para mantener su régimen. Como reiteré solemnemente ayer en nombre de la UE y de sus veintisiete Estados miembros, apoyaremos al pueblo de Bielorrusia, al igual que seguiremos apoyando al pueblo de Ucrania, todo el tiempo que sea necesario hasta lograr un futuro común en una Europa segura, soberana, democrática y próspera.