El camino de Ucrania: de su independencia hacia la Unión Europea

Artículo de Opinión firmado por Gautier Mignot, Embajador de la Unión Europea en México, y Oksana Dramarétska, Embajadora de Ucrania en México, en conjunto con las y los Embajadores de los Estados Miembros de la UE acreditados en México. Publicado en Reforma con motivo del Día de la Independencia de Ucrania.

Durante los últimos 18 meses, el mundo entero ha visto los efectos catastróficos de la brutal e injustificada agresión de Rusia contra Ucrania, una nación independiente y soberana. Precisamente, un día como hoy pero de 1991, tras el colapso de la Unión Soviética, Ucrania recobró su independencia mediante un referendo aprobado por el 92% de la población. Desde ese día, el país se ha caracterizado por su voluntad de mantener buenas y pacíficas relaciones con sus vecinos, incluyendo la Federación Rusa. Ucrania también se ha esforzado por desempeñar un papel constructivo y responsable dentro de la comunidad internacional: una de las principales muestras de ello fue su decisión, en 1994, de transferir a Rusia las armas nucleares heredadas de la extinta Unión Soviética y abandonarlas definitivamente, a cambio de la garantía de su soberanía e integridad territorial a través del Memorando de Budapest, firmado particularmente por Rusia.

El pueblo ucraniano se ha manifestado varias veces tanto en las urnas como en las calles para expresar sus aspiraciones de democracia y libertad, así como su voluntad de pertenecer a la gran familia europea. La “revolución naranja” de 2004 y el movimiento Euromaidan de 2013-2014 fueron los dos momentos más icónicos al respecto. En este último episodio, los manifestantes exigieron la firma del Acuerdo de Asociación libremente negociado con la Unión Europea (UE). Este acuerdo representaba para los ucranianos el ideal de democracia, de prosperidad compartida con los otros pueblos europeos, de libre circulación y de lucha contra la corrupción. La reacción de Rusia fue casi inmediata: la invasión y la anexión, en marzo de 2014, de la península ucraniana de Crimea, en completa violación del derecho internacional y de las garantías otorgadas por Rusia con respeto a la integridad territorial y la soberanía de su vecino.

No obstante, el pueblo ucraniano siguió firme en sus aspiraciones de adherirse a la UE en un futuro. Los Estados Miembros de la UE y los sucesivos gobiernos ucranianos han reconocido y reafirmado dichas aspiraciones. En contraste, el presidente ruso Vladimir Putin decidió perseguir una agenda imperialista y ordenó en febrero de 2022 la invasión a gran escala de Ucrania con el fin de aniquilar su independencia – un ataque a los fundamentos de la paz en Europa y el mundo.

La resistencia que tanto el gobierno como el pueblo ucraniano han opuesto a esta ilegal e injustificada agresión ha demostrado, una vez más, la voluntad de Ucrania de formar parte, como nación libre y soberana, del proyecto de integración europea y su apego a los valores que fundamentan esta integración. En junio de 2022, la UE y sus 27 Estados miembros otorgaron a Ucrania el estatus de país candidato a la adhesión a la UE, encaminando al país en el proceso hacia su futura membresía.

Mientras tanto, Rusia continúa con su guerra brutal contra las y los ucranianos. Cada día ocurren bombardeos y ataques, incluso contra blancos civiles como hospitales, iglesias, presas y puertos. Con la suspensión de la iniciativa de cereales del Mar Negro, Rusia también pone en riesgo la seguridad alimentaria global, afectando principalmente a los países más vulnerables del mundo.

Hoy, a 32 años de la Declaración de Independencia de Ucrania, reiteramos nuestra convicción de que Ucrania pertenece a la gran familia europea. Damos la bienvenida a cada iniciativa de paz que tiene como base la independencia de Ucrania, la libertad de su pueblo y el respeto al derecho internacional. Consideramos que la fórmula de paz propuesta por el presidente Volodymyr Zelensky es una vía que abre el camino para lograr una paz justa y duradera. Slava Ukraini ¡Que viva Ucrania!

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