Hidrógeno verde: oportunidades y desafíos

El 2024 fue el año más caluroso desde que se tiene registro. Hace un tiempo, en los Acuerdos de París, la comunidad internacional se marcó como objetivo limitar el calentamiento global “muy por debajo” de 2º grados con respecto a la era pre industrial. Hoy ese número está en 1.5º. Los científicos lo vienen advirtiendo hace tiempo, si no se frena el ritmo de emisión de CO2 el daño al planeta será irreparable. En esa dirección hay esfuerzos por tratar de suplantar los combustibles fósiles para “descarbonizar”. Suenan palabras como “energías limpias”, “matriz energética” o “hidrógeno verde” y todas esas están en el diccionario de Uruguay.
El Hidrógeno verde lleva el nombre de “verde” porque la electricidad requerida para separar las moléculas de Hidrógeno y Oxígeno proviene de fuentes renovables. Es ahí que Uruguay tiene una ventaja comparativa con otros países, su matriz eléctrica es en más de un 90% proveniente de fuentes renovables.
“A Uruguay el tema Hidrógeno lo toma en una posición inmejorable porque hizo bien los deberes en la primera transición energética. Otros países antes de pensar en descarbonizar la industria o el transporte tienen que descarbonizar la matriz de producción eléctrica. No es el caso de Uruguay”, explica el Ing Diego Oroño, Presidente de la Asociación Uruguaya de Energías Renovables (AUDER).
En la actualidad hay varios proyectos que involucran la producción de hidrógeno verde y derivados. En dos de ellos (H24U y Kahirós) está involucrada la empresa francesa Air Liquide. Su Gerente General para Uruguay es Raphael Bonnaire, cuenta que la empresa tiene mucha experiencia en la producción de hidrógeno, pero que Uruguay será el primer país en Latinoamérica en el que estarán con hidrógeno verde: “Para producir hidrógeno verde tienes que poder demostrar que la energía utilizada es renovable en Uruguay es muy fácil justificarlo”.
Sobre los dos proyectos Bonnaire explica: “H24U fue seleccionado por el gobierno como proyecto piloto para obtener financiación de la ANII y el proyecto Kahirós llegó segundo pero fue el primero en conseguir el financiamiento aprobado. Banco Santander y consorcio de empresas en Uruguay. Kahirós es un proyecto para generar hidrógeno para camiones Hyundai que van a transportar maderas para Montes del Plata”.
La empresa alemana Enertrag también tiene presencia en Uruguay. Matthias Schmidt es quién tiene a cargo los proyectos para España, Portugal y América Latina, cuenta que eligieron a Uruguay como plataforma de lanzamiento de la empresa para Latinoamérica. Explica que el país tiene una conjunción de factores que quizá no sean los mejores de la región por separado, pero son difíciles de conseguir en un mismo lugar: energía eólica, fotovoltáica y biomasa. Fernando Puntigliano, Director de Proyectos de Enertrag en Uruguay, agrega que en la elección de Uruguay pesó la seguridad institucional y el clima política con el que cuenta el país y una apuesta por el hidrógeno verde que ha trascendido varias administraciones.
Pero antes de los proyectos Uruguay ya tenía un camino recorrido, parte de ese trabajo está incluído en un documento que se dio llamar “Hoja de Ruta de Hidrógeno Verde en Uruguay”. Oroño recuerda los comienzos: “El punto de partida comienza con una visita exploratoria al puerto de Rotterdam y con el apoyo de sus técnicos se estudió el potencial de Uruguay para el desarrollo de hidrógeno verde. Dos consultorías, una del BID y otra de Consultora McKinsey que lideraron el trabajo de la Hoja de Ruta. Se generaron reuniones con más de 100 técnicos que derivó un informe que fue sometido a consulta pública que terminó en agosto de 2023. Con eso se hizo la versión final que está publicada en 2024, que si bien no tiene rango de ley si es una resolución ministerial que le da cierto carácter formal. No está puesta por ley porque todavía no reúne el consenso de todo el sector político, pero esperemos que pase los próximos años”. Para colaborar con esos esfuerzos la Unión Europea aprobó un fondo de 2 millones de euros para un proyecto de cooperación con el MIEM para el apoyo a la implementación de la Hoja de Ruta de Hidrógeno Verde y Derivados de Uruguay.
Ambos coinciden en que la Unión Europea es un actor protagónico para impulsar este tipo de energías más amigables con el medio ambiente. Tanto Bonnaire como Oroño destacan dos aspectos, el de cooperación y el de formación de profesionales. El gerente de la multinacional francesa reflexiona: “La UE tiene un papel fundamental en el desarrollo de hidrógeno verde porque una gran parte de la tecnología asociadas al H están diseñadas en Europa. Y a través de acuerdos bilaterales podría generar las condiciones para que sea competitiva con otras tecnologías que vienen, por ejemplo, de China. La UE puede ayudar al mundo siendo un offtaker serio para las exportaciones de Hidrógeno”. Oroño se pregunta y responde “¿Qué necesita Uruguay? Que la UE colabore con el desarrollo de acuerdo con los compradores y de alguna manera participe como co garante de las operaciones. Definir a nivel internacional cuáles van a ser las condiciones para que los productos se certifiquen como verdes”. Para Schmidt la UE debe tener una dirección clara en las regulaciones y las cuotas que determinarán, a su vez puede jugar su rol en crear sinergias entre las empresas europeas sobre el terreno.
En cuanto a la formación el presidente de AUDER cuenta que “En Uruguay se ha visto un rol muy bueno de la cámara francesa y la cámara alemana generando un montón de colaboraciones internacionales. Me ha tocado viajar a París y Berlín para realizar talleres y conocer la industria” y Bonnaire subraya “Europa puede ayudar también en la formación de ingenieros del futuro en hidrógeno. Hay que aumentar de manera importante la capacidad técnica de los ingenieros para el manejo de hidrógeno”.
Fernando Puntigliano de Enertrag señala que algunos de los desafíos de Uruguay en el futuro pasan por establecer una regulación y por crear una infraestructura de redes que traslade la energía producida. Proyectando ese futuro en donde la energía producida deba ser exportada a través de un puerto es que se firmó un Memorandum de Entendimiento entre Uruguay (Ministerio de Industria, de Transporte, la Administración Nacional de Puerto y el Instituto Nacional de Logística) y el Puerto de Amberes-Brujas. Jimena Villar, agregada económico y comercial de las tres regiones de Bélgica en Uruguay cuenta que “Tiene como objetivo la cooperación en temas relacionados con la exportación e importación de Hidrógeno Verde y sus derivados. Incluye asuntos como la seguridad en los puertos y terminales para el manejo de derivados de hidrógeno, la creación de normas y la realización de talleres para dar a conocer la experiencia del puerto belga en el manejo de Hidrógeno Verde”. El Memorandum es el resultado de un camino que comenzó con dos becas para funcionarios uruguayos otorgadas por el centro de capacitación del puerto de Amberes-Brujas (APEC), a partir de allí el interés fue creciendo por parte de las autoridades belgas en conocer los proyectos en Uruguay. Este no es el único contacto de empresas belgas y Uruguay, la consultora HINICIO con sede en Bruselas fue quién asesoró a ALUR y ANCAP en la elección de la empresa para sus proyectos de hidrógeno verde.
Una parte del mundo se preocupa por el cambio climático y explora posibilidades para tener una industria y transporte más amigable con el planeta.
Dentro de esa parte del mundo dialogan Uruguay y la Unión Europea.