“Nací y crecí en Estelí, al norte de Nicaragua. Provengo de una familia pequeña, con muchas limitaciones económicas. Sin embargo, eso no me impidió soñar y avanzar.
Desde niña fui activa, recuerdo que a los 4 años me gustaba cantar. En la adolescencia aprendí música, danza y el idioma inglés. Con esas habilidades empecé a trabajar.
Me involucré en la labor comunitaria con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, llevando mis experiencias, conocimientos, arte y gestiones para el beneficio de la niñez, jóvenes y madres de familia.
Luego, ingresé a la universidad, mis padres con mucho sacrificio me apoyaron. Opté por estudiar Psicología en la Unan-Managua y me integré en proyectos universitarios y extracurriculares: muralismo, danza, música, radio.
Cursando el tercer año de la carrera, reforcé el inglés como requisito de graduación en el curso de Sheffield y allí me enteré de becas internacionales como el programa Erasmus de la Unión Europea, y me interesó. Al culminar este periodo, consulté con mi universidad y decidí iniciar el proceso de aplicación para Erasmus.
PERSEVERANCIA
Tomó su tiempo, entre documentos, reuniones y firmas, pero tenía la convicción de que podría ser seleccionada. Quedé en lista de espera, y finalmente lo conseguí. Tenía entonces 25 años.
En el año 2016, emprendí mi viajé como becaria Erasmus a la ciudad de Łodz, la tercera más grande de Polonia, ubicada en la parte central del país, con casi 680 mil habitantes, como 5.7 veces más grande en relación a mi ciudad natal, Estelí.
Mis metas en Polonia eran expandir mis conocimientos en Psicología, desarrollar nuevas experiencias culturales, y nuevas habilidades en el área artística.
En un año, me adapté a otros espacios culturales, conocí otras formas de subsistencias, sitios históricos, asistí a reuniones de intercambios y pude apreciar que cada historia de cada ser humano en el mundo puede ser relevante, y que cada persona puede hacer algo para mejorar su país.
En este periodo, también estudié la psicolingüística y aprendí fotografía artística-documental incluyendo el abordaje sociológico de la misma.
La experiencia de Erasmus me cambió la vida. Puedo dar fe de que he crecido mucho, y que ahora Verónica Inestroza, es parte de otra historia.
MI CONTRIBUCIÓN
De vuelta a Nicaragua, en el año 2017, me enfoqué en poner en práctica lo aprendido, y culminé mi tesis, documentada visualmente sobre las motivaciones psicosociales de los jóvenes que practican motociclismo desafiante, una temática que aportó a la situación actual del país y particularmente de Estelí, donde el índice de accidentes y muertes de jóvenes motociclistas ha ido incrementando.
Dos años después, en 2019, presenté una galería de fotografías a una institución de Euskadi, del País Vasco, y participé en conferencias de la Unión Europea, donde he compartido mi experiencia como exbecaria Erasmus, con otros jóvenes. Algo que nunca imaginé.
En 2020, me estoy dedicando a la pintura y fotografía y tengo muchos planes. A mis 27 años, me siento una profesional integral y esto fue posible con la beca Erasmus".