México y la Unión Europea intercambian retos de movilidad rumbo a un transporte seguro, inteligente y sustentable
El Gobierno de México y la Delegación de la Unión Europea (UE) en el país intercambiaron experiencias sobre el futuro de la movilidad sostenible e identificaron las posibilidades de cooperación para impulsar políticas públicas y proyectos que permitan promover un transporte seguro, inteligente, equitativo y amigable con el medio ambiente.
En el marco del Programa de las Alianzas Estratégicas para la Implementación del Acuerdo de París (SPIPA, por sus siglas en inglés) se realizó el Foro México-Unión Europea: Movilidad Sostenible e Inteligente, donde el Embajador de la UE en México, Gautier Mignot, refirió que se busca el intercambio de buenas prácticas entre gobiernos, organizaciones civiles y el sector académico para impulsar estrategias frente a los retos en materia de movilidad y bienestar.
“Los países requieren proyectos conjuntos para enfrentar el impacto del cambio climático y los retos ante la “nueva normalidad” producto de la pandemia de COVID-19. Este Foro mostró los esfuerzos entre las naciones para promover la colaboración, fomentar mejores sistemas de transporte, combustibles alternativos, infraestructura, innovación en tecnologías, planeación en movilidad urbana, digitalización, aspectos sociales y de género”, expresó.
En representación del titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Román Meyer Falcón, el titular de la Unidad Planeación y Desarrollo Institucional (UPDI), Javier Garduño Arredondo, puntualizó los factores que han inhibido el desarrollo de sistemas y proyectos de movilidad sostenible en México; señaló el compromiso que se ha asumido para fomentar metodologías y lineamientos que permitan tener una política nacional de movilidad saludable, segura, sustentable y solidaria.
“Este gobierno se ha propuesto atender el rezago desde el ordenamiento territorial y el mejoramiento urbano, por lo que la Sedatu trabaja en diversas estrategias para la toma de decisiones a nivel local respecto a instrumentos de planeación, por lo que ya vemos el desarrollo urbano con condiciones de sostenibilidad, resiliencia y seguridad vial”, dijo.
En representación del Subsecretario de Transportes de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transporte (SICT), Arq. Rogelio Jiménez Pons Gómez, el Dr. David Camacho Alcocer, titular de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF), externó que la movilidad es una necesidad humana que debe involucrar diferentes modos de transporte en una cadena de viaje en términos de eficiencia energética, emisión de contaminantes y huella de carbono, así como tiempo de recorrido. Indicó que, para alcanzar una movilidad sostenible, se debe partir de un transporte sostenible que, para tener el mayor impacto posible, debe ser socialmente incluyente y seguro.
En este encuentro virtual participaron también la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), así como la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) y el Instituto Mexicano de Transporte. Representantes a nivel subfederal, de la industria mexicana, como la aerolínea Volaris, y de organizaciones no gubernamentales, como Coalición Movilidad Segura, también formaron parte de este Foro. Por parte de la UE participaron funcionarios de la Comisión Europea, de la Agencia Ferroviaria de la UE y del Europe’s Rail, el Banco Europeo de Inversiones, así como representantes de la industria europea, como Airbus, Air France/KLM, Volkswagen y TŰV Rheinland. Destacó también la participación de una empresa de la República Checa, la cual participa en un programa financiado por la UE – Low Carbon and Circular Economy Business Action en México.
Durante tres días, los ponentes concluyeron que la movilidad tendrá impacto si es inclusiva en todos sus aspectos y se acompaña de acciones conjuntas al sistema social y al ecosistema, contemplando los contaminantes a fin de transitar a ciudades más limpias y sostenibles.
El proyecto SPIPA está financiado por el Instrumento de Asociación de la Unión Europea y el Ministerio Federal Alemán para el Medio Ambiente, la Conservación de la Naturaleza y la Seguridad Nuclear (BMU) en el contexto de la Iniciativa Internacional del Clima (IKI).