La UE busca condiciones justas para trabajadores de plataformas digitales

Columna "Ventana a Europa" del Embajador de la Unión Europea en México, Gautier Mignot, para el diario Excélsior.

La economía de las plataformas digitales ha crecido rápidamente en todo el mundo, sobre todo a raíz de la pandemia de covid-19, convirtiéndose en un motor para la innovación y el crecimiento del empleo. En la Unión Europea (UE) operan actualmente alrededor de 500 plataformas digitales de trabajo que ofrecen servicios que van desde la transportación o el reparto de comida hasta la traducción y el cuidado de personas mayores. Entre 2016 y 2020, los ingresos de la economía de plataformas en la UE casi se quintuplicaron, al pasar de 3 mil millones de euros a cerca de 14 mil millones de euros. 

Aunque el crecimiento de las plataformas digitales ha beneficiado, tanto a las empresas como a los consumidores, ha creado una “zona gris” para la mayoría de los trabajadores que son considerados “trabajadores independientes”, un estatus que no les ofrece una protección óptima. En la UE, más de 28 millones de personas trabajan a través de una o varias plataformas digitales y se prevé que en 2025 esa cifra alcance los 43 millones.

Ante ello, la UE busca establecer nuevas normas para mejorar las condiciones laborales de las y los trabajadores de plataformas digitales. En febrero pasado, el Parlamento Europeo y el Consejo acordaron reglas que principalmente buscan garantizar que la situación laboral de los trabajadores de plataformas sea categorizada correctamente. Esto implica poner fin al abuso de los falsos “trabajadores independientes” que, hasta ahora, no tienen derecho, por ejemplo, a prestaciones por enfermedad o desempleo o a los regímenes de ayuda a la renta. Las nuevas normas facilitarán la reclasificación de millones de trabajadores como empleados, garantizando un acceso más sencillo a sus derechos en virtud del derecho de la UE.

De acuerdo con las nuevas normas, los trabajadores de las plataformas se considerarán empleados de una plataforma digital si se cumplen al menos dos de los cinco criterios siguientes: la determinación de los límites salariales, la supervisión electrónica del trabajo, el control de las condiciones laborales, como el uso de uniformes, la restricción de la libertad organizativa, como la elección del horario laboral, y el control de la asignación de tareas, como impedir hacerse de una clientela o trabajar para un competidor, por ejemplo.

La directiva introduce una presunción de relación laboral que se activa cuando hay hechos que indican la existencia de un control y una dirección sobre el trabajador. Esto significa que una plataforma digital se considera un empleador y el trabajador se considera un empleado. En caso de litigio, corresponderá a las plataformas demostrar que no existe relación laboral.

La normativa también regula, por primera vez en la UE, el uso de algoritmos en el entorno laboral. Por ejemplo, se busca que una persona que realice un trabajo a través de una plataforma no pueda ser despedida sobre la base de una decisión tomada por un algoritmo o un sistema automatizado de toma de decisiones. Las plataformas digitales deberán garantizar la supervisión humana de las decisiones importantes que afectan directamente a sus trabajadores.

De igual forma, la directiva introduce normas que protegen de forma más robusta los datos de los trabajadores. Por ejemplo, las plataformas no podrán tratar ciertos datos personales, como los relativos al estado emocional o psicológico y a las creencias personales.

El pasado 24 de abril, el Parlamento Europeo dio su visto bueno a esta nueva legislación. El texto acordado deberá ahora ser adoptado formalmente por el Consejo y, tras su publicación en el Diario Oficial de la UE, los Estados miembros dispondrán de dos años para incorporar las disposiciones de la directiva a su legislación nacional.

Sin duda, la normativa europea sobre trabajadores de plataformas marca un antes y un después en la economía digital. La UE, nuevamente, se pone a la vanguardia al ser el primer legislador del mundo que intenta proponer normas específicas para las plataformas digitales de trabajo y esta directiva podría convertirse en una referencia mundial. La directiva sobre el empleo de plataformas refleja la dimensión social de la UE y defiende su modelo social y económico ofreciendo a todos los trabajadores europeos unas condiciones laborales justas y dignas.

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