Panamá es ahora un país de ingresos altos / medianos, ya que el crecimiento económico ha sido uno de los más rápidos de América Latina en la última década, impulsado por la expansión del Canal de Panamá y grandes proyectos de infraestructura pública. Este fuerte crecimiento económico ha tenido un impacto positivo en los indicadores sociales. La tasa de pobreza ha estado cayendo en los últimos años. Sin embargo, las desigualdades sociales siguen siendo relativamente altas y persisten los desafíos en la provisión pública de servicios sociales.