Innovación en defensa o irrelevancia en defensa: he aquí el dilema

9.12.2021 – Blog del AR/VP – El martes pasado, inauguré la Conferencia Anual de la Agencia Europea de Defensa, dedicada este año a la innovación en materia de defensa. Esta conferencia se celebró en un momento crucial para el futuro de nuestra política europea común de seguridad y defensa. En ese campo, solo tenemos dos opciones: la innovación o la irrelevancia.

«La UE y sus Estados miembros deben hacer mucho más en cuanto a innovación en materia de defensa. Tenemos que colaborar y tenemos que hacerlo ahora».

 

Como vemos en todas nuestras fronteras, el retorno de la política de poder en todo el mundo requiere que la UE se convierta en un verdadero proveedor de seguridad. Nuestra capacidad colectiva de innovar, a nivel tanto nacional como de la UE, determinará la posición de la UE en la escena mundial en los próximos años. Esto es cierto en general, pero especialmente en el sector de la defensa.

Por ello, la innovación en materia de defensa fue el tema central de la Conferencia Anual de la Agencia Europea de Defensa (AED) de este año, que reunió a Estados miembros e instituciones de la UE, organizaciones militares y de seguridad, universidades y grupos de reflexión, así como a la industria y los medios de comunicación. La UE y los Estados miembros tenemos que hacer realmente mucho más en cuanto a innovación en defensa. Tenemos que colaborar y tenemos que hacerlo ahora.

¿Por qué debemos invertir en innovación en defensa?

Las innovaciones tecnológicas siempre han sido factores decisivos en las rivalidades internacionales: desde las fortificaciones de la Europa del siglo XVII o la rivalidad naval entre las grandes potencias en vísperas de la Primera Guerra Mundial, hasta el uso de los radares por el Reino Unido en 1940, la revolución nuclear después de 1945, los misiles durante la Guerra Fría o el impacto en el campo de batalla de la munición guiada de precisión en la Guerra del Golfo de 1991...

 

«Hoy en día, la innovación vuelve a ocupar un lugar esencial en la competencia mundial que reestructura el entorno internacional de seguridad: quienes hoy adquieran una ventaja tecnológica dominarán el futuro.»

 

Hoy en día, la innovación vuelve a ocupar un lugar esencial en la competencia mundial que reestructura el entorno internacional de seguridad: quienes hoy adquieran una ventaja tecnológica dominarán el futuro. Este es el caso, en particular, de las tecnologías disruptivas emergentes, como la inteligencia artificial. A menudo de carácter «ambivalente», es decir, que afectan a ámbitos tanto civiles como militares, alterarán profundamente la naturaleza de las guerras.

Utilización de las tecnologías disruptivas emergentes con fines militares

Países de todo el mundo están desarrollando y utilizando las tecnologías disruptivas emergentes con fines militares; en particular Estados Unidos, pero también China y Rusia. Para mantener la ventaja frente a competidores y posibles adversarios, la UE y sus Estados miembros deben aprovechar también el potencial de las tecnologías disruptivas emergentes y desarrollar capacidades punteras para equipar a las fuerzas militares de todo tipo.

Esto me lleva a una cuestión compleja: el vínculo entre la innovación civil y la innovación en defensa. El sector de la defensa siempre ha estado a la vanguardia de la innovación y algunas de sus invenciones han tenido enormes implicaciones civiles: la tecnología naval, internet o los sistemas de navegación espaciales, como Galileo y el GPS, y muchas otras.

Sin embargo, en la actualidad existen ámbitos como el de las tecnologías de la información en los que el mercado civil está impulsando tanto innovaciones tecnológicas puras (procesadores) como usos innovadores (teléfonos inteligentes). La innovación civil y la de la defensa están ahora, a menudo, cada vez más asociadas, y las potencias revisionistas, pero también los agentes no estatales, no aceptan restricciones sobre cómo adaptar las tecnologías civiles para su utilización en conflictos armados. Confían en gran medida en los usos innovadores de la tecnología civil para sus ataques híbridos: el ámbito cibernético es un claro ejemplo de esta preocupante tendencia.

El espacio es otro ejemplo ilustrativo: lo que hasta hace poco seguía siendo un ámbito principalmente soberano y no comercial se está convirtiendo en el «nuevo espacio», en el que constelaciones de nanosatélites construidos por agentes privados pueden utilizarse indebidamente para agresiones de carácter híbrido y difícil detección.

La situación actual en Europa es preocupante

La situación actual en Europa es preocupante. Si comparamos la UE y sus Estados miembros con otros actores mundiales, veremos que vamos a la zaga en cuanto a inversión en innovación en materia de defensa. Y la brecha está aumentando. Los últimos datos de la AED sugieren que en 2020 los Estados miembros de la UE gastaron solo 2 500 millones EUR en investigación y tecnología, es decir, el 1,2 % del gasto total europeo en defensa, y tienden a reducir aún más este importe en 2021-2023, mientras que el compromiso correspondiente de la CEP fija el umbral en el 2 % de los presupuestos de defensa. Aunque la mayoría de los Estados miembros han aumentado su gasto en defensa, no han aumentado sus inversiones en investigación y tecnología.

Entre tanto, el Departamento de Defensa de Estados Unidos invierte al menos 14 000 millones USD al año en investigación e innovación, alrededor del 2 % de todo el presupuesto de defensa de Estados Unidos, incluidos 3 500 millones USD para la DARPA (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada para la Defensa). No es estrictamente comparable, pero Google gasta en investigación y desarrollo, por sí sola, casi diez veces más de lo que los ministerios de Defensa de la UE gastan juntos en investigación y tecnología.

 

«Ya no podemos permitirnos el lujo de mantenernos al margen. La UE y sus Estados miembros tienen que hacer mucho más en cuanto a innovación en materia de defensa. Y colaborar con este objetivo».

 

Ya no podemos permitirnos el lujo de mantenernos al margen. La UE y sus Estados miembros tienen que hacer mucho más en cuanto a innovación en materia de defensa. Y colaborar con este objetivo. Permítanme que lo repita. Solo tenemos dos opciones: la innovación en defensa o la irrelevancia en defensa.

¿Cómo puede abordar mejor la UE la brecha de la innovación en materia de defensa?

¿Cómo pueden abordar mejor la AED y las instituciones de la UE la brecha de la innovación en materia de defensa? La Comisión ya ha puesto en marcha iniciativas pertinentes en este contexto. Por ejemplo, Horizonte Europa se está centrando sobremanera en impulsar la innovación, y el Plan de Acción sobre Sinergias permitirá que las partes interesadas de las industrias civil, de defensa y espacial colaboren. El Fondo Europeo de Defensa también está movilizando 2 700 millones EUR con este fin.

Al mismo tiempo, la defensa sigue siendo principalmente un ámbito intergubernamental y, por lo tanto, la AED tiene un papel crucial que desempeñar en la coordinación de los esfuerzos de los Estados miembros. La innovación tecnológica forma parte del ADN de la Agencia desde su creación en 2004. La AED, en su primera revisión anual coordinada de la defensa, de noviembre de 2020, propuso más de cien oportunidades de colaboración en el desarrollo de capacidades e investigación y tecnología.

 

«La Agencia Europea de Defensa ya ha obtenido resultados en materia de innovación, por ejemplo, con proyectos relacionados con enjambres de drones, tecnologías para el cañón electromagnético, armas de energía dirigida o nuevas tecnologías energéticas limpias.»

 

La AED ya ha obtenido resultados en materia de innovación, por ejemplo, con proyectos relacionados con enjambres de drones, tecnologías para el cañón electromagnético, armas de energía dirigida o nuevas tecnologías energéticas limpias que ayudarán a reducir la huella de carbono de la defensa y a disminuir la dependencia energética en el sector de la defensa. En respuesta a la petición del Consejo del pasado mes de mayo de intensificar los esfuerzos en este ámbito, la AED ha estado trabajando, asimismo, para crear en su seno un Centro de Innovación en materia de Defensa. Este es uno de los resultados de la Brújula Estratégica. Al crear una red de centros de innovación en materia de defensa en toda Europa, el Centro fomentaría las sinergias con el sector industrial. He debatido esta propuesta con los ministros de Defensa en la última Junta Directiva de la Agencia Europea de Defensa en noviembre y espero que pronto fructifique.

Tanto dentro de la UE como de la OTAN, nuestros Estados miembros solo cuentan con «un único grupo de expertos», por lo que debemos evitar duplicaciones innecesarias y asegurarnos de desarrollar al máximo las sinergias. Al final, lo que importa es la coherencia global de los resultados y su valor añadido. En colaboración con la Comisión y los Estados miembros, la AED es la mejor situada para garantizar que la innovación en materia de defensa no sea solo una ambición sobre el papel, sino una realidad en la práctica.

Necesitamos voluntad política, liderazgo y los recursos adecuados

En conclusión: la UE necesita invertir más en investigación y tecnología para mantener su ventaja estratégica frente a los competidores y la interoperabilidad con sus socios. Esto determinará nuestra posición en la escena mundial en los próximos años. Disponemos de los instrumentos necesarios para alcanzar este objetivo y de la oportunidad de acelerar la cooperación europea en materia de defensa. Lo que ahora necesitamos es, como suele ocurrir, voluntad política, liderazgo y los recursos adecuados.


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"Una ventana al mundo" - Blog del Alto Representante de la UE / Vicepresidente de la Comisión Europea Josep Borrell

Blog de Josep Borrell sobre sus actividades y la política exterior europea. También puede encontrar aquí entrevistas, artículos de opinión, discursos seleccionados y vídeos.