Hace sesenta y ocho años, el Ministro francés de Asuntos Exteriores, Robert Schuman propuso la administración conjunta de la producción de carbón y acero de Francia y Alemania, lanzando así un ambicioso y destacable proyecto que marcó el curso de la historia Europea y redefinió el lugar de Europa en el mundo.
Este proyecto – de paz, de asociación, de valores compartidos y solidaridad – está lejos de terminar.